La innovación empresarial es el proceso más importante de las empresas, sin embargo el menos gestionado. Para ser una empresa innovadora, no basta con realizar acciones aisladas de innovación o creatividad que no respondan a una estrategia global y una gestión continua.
La innovación necesita ser gestionada como cualquier otro proceso del negocio, como la gestión financiera o administrativa, incluso con mayor regularidad, ya que la innovación es un proceso fundamental para mejorar la competitividad y crear valor en las empresas.
En IHC ayudamos a nuestros clientes a implementar la innovación, transformar sus procesos, optimizar sus prácticas de gestión y validar sus productos a través de la fabricación digital de prototipos, para comprobar su aceptación en un mercado real. Tras la validación, pueden lanzar nuevos productos, servicios o spin-off en función a la aceptación de su target.
Trabajamos con marcas globales, startups y empresas del sector público para desarrollar nuevos productos y servicios centrados en el nuevo consumidor 2.0.
GESTIONAMOS CON ÉXITO
LA INNOVACIÓN EMPRESARIAL
Combinamos nuestra experiencia en gestión de la innovación con los insights de la industria para establecer una estrategia de innovación clara y enfocada en el crecimiento. Combinamos diseño, estrategia y tecnología para descubrir nuevas oportunidades y estimular el crecimiento continuo.
A través de metodologías como Design Thinking, Lean Start Up, Intraemprendimiento, Innovación disruptiva y User Innovation creamos compañías rentables y escalables reduciendo al mínimo el riesgo.
Nos sumergimos en las empresas de nuestros clientes para desarrollar soluciones orgánicas, trabajamos junto con los líderes empresariales para darle forma a las empresas que los consumidores de hoy demandan.
Los ayudamos a transformar sus ideas en tácticas accionables para liderar en el mercado con productos y servicios adaptados a los gustos de su target. En el siguiente gráfico mostramos como ejecutamos la innovación a través de las siguientes fases cíclicas.
La mayoría de empresas modernas saben que necesitan innovar, pero no saben por dónde empezar. La innovación no se trata sólo de tener buenas ideas, se trata de ejecutar un proceso cíclico y continuo, basado en estructuras y habilidades necesarias para transformar las buenas ideas en realidad.
En el cuadro anterior, mostramos que el proceso de innovación comienza con el establecimiento de una estrategia muy específica. A partir de ahí, identificamos el enfoque correcto en función de la naturaleza de la empresa y la industria donde se desempeña.
Luego, implementamos una cultura de innovación dentro de la empresa, donde todos los trabajadores se encuentren inmersos, generen ideas, se conviertan en co-creadores de soluciones y creen valor. Una cultura en la que entender al consumidor sea la premisa más importante.
Al lado de los trabajadores de la empresa, desarrollamos nuevos métodos que ayuden a impulsar el crecimiento. A través de protocolos, métricas para gestionar la innovación y programas de desarrollo, capacitamos a los trabajadores en la gestión interna de la innovación.
En el siguiente cuadro, presentamos el proceso de innovación que empleamos en el desarrollo de nuevos productos y servicios diferenciados, basados en las preferencias del consumidor.
A través de este proceso, establecemos una hoja de ruta estructurada y sistematizada, reducimos el riesgo de no aceptación del producto o servicio en el mercado, al testear los prototipos del producto antes de lanzarlos al mercado, así se realizan los cambios y ajustes de acuerdo a la respuesta del consumidor, para lanzarlos al mercado cuando cumplan con todas las expectativas del target.
